Tan sólo en Estados Unidos en mayo de este año, 182 millones
de personas miraron casi 41 mil millones de videos, según cifras de comScore.
El auge del video en línea está en uno de sus momentos más fuertes.
El mayor receptor de dichas miradas fue Google (léase YouTube) con 154
millones de usuarios, Facebook con 60 millones y AOL con 53 millones.
La fama de los videos en internet está siendo impulsada por las redes
sociales que no sólo están promoviendo más el consumo de estos formatos, sino
que además están inventando nuevos conceptos.
Pero las redes sociales ya no quieren ser comparsa del éxito de otros;
quieren recibir parte de los dividendos. Ahí está Twitter con Vine y ahí está
también Facebook con Instagram.
La creatividad, sin embargo, no vino de ninguna de las dos redes sociales.
Vine fue lanzado en junio del año pasado y adquirido por Twitter apenas cuatro
meses después.
Por su parte Instagram llegó al mundo en octubre de 2010 y encontró una
legión de fieles seguidores en el iPhone. Un año y medio después se extendió a
Android y fue comprado por Facebook.
Vine tomó la delantera en el mundo del video corto, al permitir a sus
usuarios grabar seis segundos de imágenes en movimiento y compartirlas con el
mundo. El resultado (por lo general) ha sido una explosión de creatividad dado
que hay que planear bien cuál es el mensaje que se quiere transmitir en los
escasos 6 segundos o 150 fotografías continuas.
Pero Instagram no le dio mucha delantera. Unos meses después de que Twitter
diera el primer paso, y apenas unos días después de que Vine llegara a Android,
la app propiedad de Facebook también lanzó un formato de videos cortos.
La diferencia es que Instagram permite capturar hasta 15 segundos de video y
aplicar filtros.
El resultado inicial -hay que esperar a que pase la emoción para saber su
alcance verdadero-, ha sido una avalancha de videos.
Según Instagram, sus usuarios compartieron más de cinco millones de videos
en las primeras 24 horas tras el lanzamiento.
En la actualidad esta red cuenta con 130 millones de usuarios activos así
que podemos esperar una gran cantidad de videos.
Por su parte, Vine cuenta con poco más de 18 millones de usuarios, pero sus
números también están creciendo a pasos agigantados tras su expansión a
Android.
Según la agencia Unruly los tuits conteniendo un vínculo a un video de Vine
pasaron de cinco cada segundo en abril de este año, a nueve cada segundo en lo
que va de junio.
Ninguno de los dos proyectos descubrió el hilo negro; simplemente ubicaron
una oportunidad de mercado y decidieron explotarla.
Aplicaciones previas como Socialcam o Cinemagram han estado tratando de
triunfar en dicho nicho y de hecho la primera fue comprada por la empresa
Autodesk. Pero Vine e Instagram tienen tras ellos el músculo de Facebook y
Twitter.
Otros gigantes de internet también está tratando de capturar el mercado de
las instantáneas de video móvil. Google+ recientemente lanzó una característica
llamada "Auto Awesome" que agrupa fotografías similares tomadas en un
mismo lugar -como una fiesta- y las anima en un video relámpago.
Es evidente que el explosivo crecimiento de los dispositivos móviles está
abriendo un nuevo mercado lleno de posibilidades. Tan sólo en América Latina el
acceso a internet desde este tipo de aparatos (celulares y tabletas) creció del
2,7% al 8,1% entre 2012 y 2013.
Las agencias de publicidad incluso están comenzando a realizar campañas en
Vine e Instagram aprovechando la eficacia del formato rápido.
De acuerdo con la empresa tecnológica Cisco, el mundo pasará de 1.000
millones de usuarios de internet filmando/consumiendo videos en línea en 2012 a
1.700 millones en 2017, representando el 81% del tráfico en internet.
El mundo, parece, se llenará de móviles y video.
Fuente: David Cuen, BBC Mundo,


