No es la primera vez que cámara compacta y
teléfono se unen en un único producto pero en el caso de Samsung la unión es
fruto de una evolución lógica de productos como Galaxy Camera.
En este caso se trata de la S4 Zoom, que a pesar del nombre
tiene mucho más en común con el Galaxy S4 Mini que con el S4 a secas.
La cámara
tiene 16 megapíxeles y zoom de 10 aumentos. El teléfono "pegado" a
ella tiene pantalla de 4,3 pulgadas y resolución de 960 x 540 pídeles y 8 GB de
memoria. Llegará al mercado en verano, a un precio aún no facilitado.
Lo que más sorprende es que no haya más
fabricantes explorando esta categoría de producto, aunque sea por ahora un
pequeño nicho en el mercado. Las cámaras suelen tener mala conectividad y
terribles interfaces de uso. Los móviles suelen tener cámaras de calidad
inferior a la de los modelos compactos. La unión parece perfecta.
Parte del problema es que hay pocos fabricantes
que tengan intereses en ambos mercados. LG, por ejemplo, hace tiempo que no
está interesado en cámaras, HTC nunca ha tenido una en su catálogo, Canon y
Nikon carecen de la experiencia en telefonía móvil.
El candidato ideal sería Sony, pero hasta ahora
ha seguido una política diferente. Sus últimas cámaras ofrecen la posibilidad
de instalar aplicaciones y, como otras marcas, ha comenzado a apostar por la
integración de WiFi.
La idea es que muchos usuarios preferirán cargar con dos
dispositivos -teléfono y cámara- si necesitan sacar fotos con mayor resolución
o calidad que la que ofrece el móvil y los emparejarán de forma esporádica para
subir una foto rápidamente, por ejemplo, a Facebook o Flickr.

