
Hubo una época en que los gigantes japoneses de la electrónica: Sony, Panasonic y Sharp, reinaban el mundo. Eran nombres conocidos por todos.
Pero hoy estas empresas están en
profundos aprietos, perdiendo miles de millones de dólares anuales.
¿Cómo lograron caer tan bajo
estas poderosas compañías japonesas?
Si se quiere tener una idea de
lo que ocurrió con la industria electrónica japonesa, basta con dar un paseo en
el metro de Tokio.
El transporte subterráneo de la
capital japonesa ahora cuenta con cobertura móvil 3G. Pero en este país no está
permitido hablar en el teléfono móvil en el transporte público así que todos
los que viajamos en mi vagón estamos ocupados enviando mensajes de texto en nuestros
aparatos.
Y ¿qué marca de aparato usa la
mayoría? Un rápido vistazo por el vagón muestra que casi 80% de los usuarios
tenemos un iPhone de Apple.
Admito que éste no es un
análisis científico pero la evidencia es bastante clara. Donde una vez la gente
solía escuchar un Sony Walkman, hoy quienes dominan son Apple y Samsung,
incluso aquí en la tierra de Sony.
La evidencia también puede verse
en los resultados financieros. Las cuentas de los gigantes electrónicos de
Japón están cubiertas de tinta roja.
Sony quizá logre obtener un
pequeño beneficio este año, el primero desde 2008. Se espera que Panasonic
(antes llamado Matsushita) arroje una pérdida de US$9.000 millones. Y Sharp,
que es mucho más pequeña, está perdiendo dinero tan rápido que no podrá sobrevivir
otro año sin una inyección importante de capital.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Desafío digital
Según el economista basado en
Tokio, Gerhard Fasol, los gigantes japoneses se han visto dominados por la
revolución digital.
"El Walkman de Sony es un ejemplo clásico. No tenía software, era
puramente mecánico. Hoy en día es necesario tener un modelo de negocio con
software, lo cual es totalmente diferente"
Gerhard Fasol
Estas empresas, explica,
realmente construyeron sus imperios con la fabricación de complejas máquinas
eléctricas: televisiones a color, radios, reproductor de casetes, frigoríficos
y lavadoras de ropa.
Estos aparatos contenían
componentes electrónicos pero básicamente eran dispositivos mecánicos.
Pero entonces llegó la
revolución digital y el mundo cambió.
"El Walkman de Sony es un
ejemplo clásico", explica Gerhard Fasol. "No tenía software, era
puramente mecánico. Hoy en día es necesario tener un modelo de negocio con
software, lo cual es totalmente diferente".
La revolución digital no sólo
cambió la forma como los dispositivos electrónicos funcionan, también cambió el
modo como éstos se fabrican.
Todo el modelo de manufactura
evolucionó a medida que las compañías decidieron mover su producción a países
de bajo costo.
Esto ha colocado una enorme presión
en el margen de beneficios de los fabricantes japoneses.
"Basta con ver a
Apple", dice Fasol. "Fabrican iPods y iPhones. Apple tiene un margen
de ganancia de por lo menos 50% en esos productos".
"La gente dice que los
iPhones están fabricados en China pero quizás sólo 3% del valor de un iPhone se
queda en China. Así que hoy en día es difícil volverse rico con sólo la
manufactura, se tiene que hacer mucho más", agrega.
Fuente: Rupert Wingfield-Hayes
BBC, Japón

