
Corea del Sur es el país con mayor concentración de teléfonos
inteligentes, cerca de un 70% de la población tiene uno de esos aparatos.
Pero el uso excesivo de estos aparatos está afectando a muchos menores. Uno
de cada cinco sufre de problemas como depresión y ansiedad si son separados de
sus celulares inteligentes.
El problema de la adicción es tan grave que las escuelas organizan ahora
campamentos para disminuir la dependencia de esta tecnología.
Corea del Sur, país de origen de Samsung y líder mundial de los
teléfonos móviles, está orgullosa de su éxito en la esfera de las altas
tecnologías. Sin embargo, las autoridades gubernamentales, sanitarias y
educativas expresan su preocupación por la creciente dependencia al
mundo digital.
El país asiático promueve desde hace varios años la tecnología digital como
un factor clave del crecimiento de la capital, Seúl, conocida como “la ciudad
más conectada del planeta”.
Alrededor del 70% de los 50 millones de surcoreanos tienen un
smartphone, la tasa más alta del mundo, según la firma de
investigación eMarket.
No obstante, los padres de familia y las autoridades manifiestan su
inquietud frente a la obsesión de los más jóvenes por el mundo digital.
“Sentimos la necesidad urgente de emprender un amplio esfuerzo ante el
creciente peligro de la adicción digital (…), principalmente debido a la
popularidad de los teléfonos inteligentes”, declaró a mediados de junio el
ministerio de Ciencia.
Junto al ministerio de Salud y de Educación, esta cartera pidió que las
escuelas organicen cursos para prevenir la adicción a internet y
campamentos vacacionales para “desintoxicar” a los colegiales dependientes.
Según datos del gobierno, más del 80% de los estudiantes surcoreanos
de 12 a 19 años poseían un smarthphone en 2012, el doble que en 2011.
Un 40% de los dueños de teléfonos inteligentes pasan más de tres horas al
día en Twitter, chateando o jugando, a pesar de que los profesores confiscan
los teléfonos antes del inicio de clases.
Una encuesta nacional que se lleva a cabo cada año sobre este tema muestra
que casi el 20% de los jóvenes son “adictos” a sus smarthphones.
Los síntomas: sentirse ansioso o deprimido cuando no se tiene a mano
su móvil, varios intentos fracasados para reducir el tiempo que se
pasa en su dispositivo, sentirse más feliz cuando se está conectado.
Fuente: La red21 y
BBC Mundo

