El primer video musical que transmitió
la cadena MTV en su lanzamiento en 1981 era del grupo The Buggles y se titulaba
"Video Killed The Radio Star" (El video mató a la estrella de la
radio). La intención era clara: el canal iba a desplazar a la anticuada radio.
Muchas tecnologías a lo largo de los años han amenazado con
hacerlo: el cine sonoro, la televisión, el cassette, el CD, el iPod... y, hoy
en día, los servicios de streaming de música como Spotify. Todos, sin
excepción, han fracasado en el intento.
Los niveles de audiencia se mantienen bastante bien, tomando en
cuenta la gran cantidad de entretenimiento e información disponible.
Lo que podría sorprender es que haya un montón de capitalistas
de riesgo apostando no sólo porque la radio sobreviva, sino también prospere.
Los
costos
En el corazón de Silicon Valley, en Palo Alto, fui a visitar a
Tune In, una empresa que comenzó en 2002 como un catálogo en línea de audios
radiales. Ahora, a través de sus aplicaciones, cualquier persona con un
teléfono inteligente puede sintonizar 100.000 estaciones de radio de todo el
mundo.
"Es el último medio de mercado masivo en ponerse en
línea", asegura el CEO de Tune In, John Donham. "Ahora una sola
estación de radio puede alcanzar a todo el mundo de forma digital, en lugar de
a través de una única señal analógica terrestre".
Pero convertir un medio local en uno global puede generar
problemas. El 80% de los anuncios de radio que pagan las facturas se venden
localmente. Puede que a una tienda o a un restaurante no le interese comprar un
espacio en una estación con oyentes al otro lado del planeta.
Fuente:
BBC Mundo