Google reconoce en una documentación judicial que los usuarios de Gmail no
deberían tener "expectativas razonables" de que sus comunicaciones
sean confidenciales, una falta de privacidad que está en la raíz del
funcionamiento de su servicio de correos electrónicos.
El texto de 30 páginas fue presentado el martes por los abogados de la
empresa en los tribunales de San José, en el norte de California, y se hizo eco
de él la prensa en EEUU, país en el que Google se enfrenta a una demanda
colectiva acusado de espiar a los internautas.
"Google abre, lee y adquiere ilegalmente contenido privado de
los correos electrónicos de la gente", dice la denuncia fechada
en mayo. Google considera que esta batalla legal no tiene fundamento y defiende
que sus prácticas se ajustan a la legalidad vigente, al tiempo que cree los
demandantes se esforzaron para arrojar una "luz siniestra" sobre la
compañía.
La empresa de Internet, por su parte, manifiesta que el escaneado automático
(no humano) de "emails" es el procedimiento ordinario en el
intercambio de mensajes a través de Gmail, una información que sirve para
optimizar la publicidad que recibe el usuario, y que así figura en los términos
y condiciones de su servicio de correos.
Asimismo, Google insistió en que las leyes federales sobre escuchas eximen
de responsabilidad a las empresas dedicadas a las comunicaciones electrónicas
si los usuarios aceptan que se "intercepten" los mensajes,
algo que quien emplea Gmail acepta al abrirse una cuenta de correo.
La compañía argumentó igualmente que los demandantes no ofrecieron pruebas
de que sus correos fueran "comunicaciones confidenciales", según se
describe en el código penal de EEUU que exige evidencias que confirmen el
"deseo" de privacidad de las partes.
Por tanto, según Google, la falta de ejemplos provistos por los demandantes
hace imposible conocer lo que esperaban al usar Gmail por lo que no se puede
llegar a la conclusión de que "una expectativa razonable de confidencialidad"
se aplicara a ese caso.
Para el director de Privacy Project de la organización Consumer Watchdog,
Google "admitió finalmente que no respeta la privacidad" e invitó a
quienes estén interesados en mantener sus comunicaciones en privado a que no
usen Gmail.
Fuente: El Mundo.es,
de EFE

